viernes, 19 de octubre de 2007

a flor de piel:




Os cuento dos experiencias catárticas que viví hace unos días. Una de ellas ocurrió en casa, estaba tirado en la cama y puse la canción "Jungleland" del disco del Boss "Born to Run", en ella, el señor Clarence Clemons el saxofonista, hace un sólo que, decían, es una obra de arte, y ahora yo lo afirmo rotundamente, sí, no se cómo lo consiguió, pero en el minuto cuatro, que es cuando aparece su saxo, rompí a llorar. Yo no creo en la magia, espíritus ni cosas así, sin embargo sentí que me poseían, sí, ya sé que suena algo fuerte, pero me explico: lo que ocurrió fue una cosa fisiológica, Clarence te hace que al escuchar su solo de saxo tú vayas respirando al mismo tiempo que él y eso te deja sin aliento y te hace sentir como el se sintió en el momento de tocarlo, es decir, muy jodido, o al menos eso es lo que me ocurrió a mí, es la risa, aunque lo escuche sin prestarle atención me hace llorar, hagan la prueba, déjense poseer.


La segunda experiencia ocurrió mientras conducía, empezó a sonar la canción "Nana al niño que nació muerto", es un poema de Gloria Fuertes al que ahora Refree ha puesto música. Hagan la prueba, la canción más triste que he oido este año en español. Como os imaginais rompí a llorar y yo al volante sin poder ver por las lágrimas.




Como veis, soy un llorón, en otra ocasión os dejo mis catarsis en cine y libros.




PD: "Soy muy sensible a la belleza..." (Calamaro)