En esta nueva entrada os dejo con un trozo de un proyecto que llevo a cabo hace unos meses, se llama "Mi historia en los discos" y, lejos de hacer críticas de mis discos favoritos, trata sobre lo que esos discos han sido para mi. Colgaré aquí algunos que me hagan gracia, el primero ha sido R.E.M. Espero que os guste y que veais la idea interesante, aunque aun estoy dándole forma al cómo, cuánto y al porqué, bueno de los "porqués" ya paso, la verdad.
De propina también os dejo una cita, que no es una cita como tal porque la escribo como recuerdo que fue, un día la pondré textual. Increible:
R.E.M.***************AUTOMATIC FOR THE PEOPLE
"Poner este disco es igual que salir a conducir por entre montañas y disfrutar con los paisajes que vas encontrando y dejando atrás. La finalidad es encontrar el río que necesitabas hallar para dejar que todo lo que te preocupaba sea llevado por su corriente. Automatic For The People es uno de esos discos que si comienzas a escucharlo no vas a poder dejar de hacerlo hasta que termine, y a demás, si estas haciendo algo como leer o, como yo en este caso, escribir, tendrás que hacer pausas y de vez en cuando prestar atención a la música mirando por la ventana, o al techo, o quizá bien dentro de uno mismo, en ese abismo al que tanto miedo nos da asomarnos.
Este disco lo compré por primera vez cuando se publicó, en 1992. Lo compré en formato cassette, sorprendía porque dicho cassette era amarillo. Pasados los años me lo compré en formato CD, es un álbum que hay que tener.
Es otro de esos discos que al escucharlos te reconoces. Marcó un estilo de vida en mi adolescencia. Deseaba ser un hombre como Michael Stipe en el vídeo de Man On The Moon, un joven delgado, calvo, sin afeitar, con un sombrero de Cowboy y vestirme con jeans y camisetas de franela a cuadros. La verdad es que iba a clase así vestido siempre, al estilo R.E.M. ¿Por qué no aparece alguna canción de este álbum en la película de Ang Lee Brokeback Mountain?
Destaco tres canciones: “Drive”, “Man On The Moon” y “Find The River” aunque todas son para diez, incluso ese precioso instrumental llamado “New Orleans Instrumental No.1”
Quiero también hacer resaltar la belleza de la edición, que a pesar de no llevar las letras de las canciones, las fotografías de Anton Corbijn dotan al álbum del isótopo necesario para agrupar las canciones (je, je, me sale la vena pedante), aunque insisto que Brokeback Mountain también era un buen lugar.
Doce canciones para ver el paisaje, para respirar aire puro y volver como nuevo a la realidad en blanco y negro, pero con la mirada llena de color, amarillo. Buena idea la de nombrar al disco con el lema de un restaurante, estas canciones alimentan y hacen bien. Demasiado bien. Quedan tres canciones para que termine el disco, cuando las termine de escuchar podré dormir."
"Nunca te fies de los demás, menos de tus ídolos" (Síndrome desafiándo a Mr. Increible en Los Incleibles)